Con una torta bajo el brazo

Mi abuela Carmen decía que los hijos son una bendición y cada uno venía con "una torta bajo el brazo". En realidad reflejaba la mentalidad de su generación de que entre más hijos tengas, mayor es la probabilidad de que uno de esos hijos desarrolle una riqueza que al final se reflejará en un mayor bienestar para toda la familia.

Las generaciones subsecuentes (mis Papás y mis hermanos) entendimos que no. La lógica era más bien al revés: entre menos hijos, mayores posibilidades de proveer de una distribución adecuada de los recursos familiares (tiempo y dinero).

Al día de hoy, cada recién nacido estadounidense no nace con una torta bajo el brazo, sino con alrededor de $90 mil dólares de deuda producto de una deuda nacional que acumula $30 billones de dólares en español ($30 trillions en inglés) tras años y décadas en los que a nuestro gobierno le ha dado por gastar a placer, financiarse con tasas de interés iguales a cero y un mundo que tiene adicción a los dólares y está dispuesto a financiarla.