Alfonso
El legado económico de Ronald Reagan

El presidente Ronald Reagan se recuerda como un líder que hizo prosperar como nunca a Estados Unidos. Sin embargo, cuando tomó el poder, heredó una economía dañada, con alto desempleo e inflación. En mi opinión, su liderazgo radicó en reducir el papel del gobierno en la economía. Los resultados fueron fantásticos. Redujo el desempleo del 11% al 5%, la inflación del 10% al 4% y alcanzó tasas de crecimiento económico de hasta 12% anual.
Reagan entendió mejor que nadie los beneficios de una economía de mercado; y creó un ambiente propicios para que empresas y personas sean libres de intercambiar. El mercado paga distintos salarios según habilidades, conocimientos, e incluso riesgos. El individuo es libre para aplicar a cualquier empleo. Una vez obtenido el puesto de trabajo, pueden ocurrir tres cosas: mantenerlo, perderlo o encontrar uno mejor.
La generación de empleos es la mejor receta para generar prosperidad. Un empleo requiere esfuerzo, da propósito, aumenta la productividad, y se obtienen bienes y servicios.
Al mismo tiempo, el empleado se siente más productivo, e independiente, valora sus recursos y planifica. Apoya a sus familias. Ahorra, invierte y se divierte. Algunos, se convierten en empresarios.
Reagan también entendió que la dinámica de generación de empleos libres es más poderosa que cualquier programa social. El gasto social es generalmente ineficiente porque no premia el mérito y se ve reducido por burocracia, gastos administrativos, mala calidad de servicios y duplicación de funciones. Y cuando se entrega directamente a la población, se hace de manera manipulada para aumentar la clientela electoral.
¿Qué sigue?
Reagan hizo lo contrario a lo que normalmente hacen los populistas: reducir el tamaño del gobierno, cobrar menos impuestos, eliminar regulaciones, gastar menos y emitir menos dinero.