Ganado humano

El triunfo del ex-guerrillero Gustavo Petro en las elecciones de Colombia ponen prácticamente a todo el Continente (incluyendo Canadá y Estados Unidos) en manos de la izquierda. Otro país más cae en manos del discurso de "la economía del bienestar".

Es un discurso muy atractivo porque ofrece "derechos" a costillas de los contribuyentes. Es una fórmula que ofrece soluciones rápidas y sencillas a cosas que requieren esfuerzo, estrés, reto, competencia y desarrollo. En pocas palabras: promete crecimiento sin los costos que esto conlleva.

El modelo provoca una desconexión entre lo que nos impulsa a ser mejores y su resultado. Y por tanto, un rompimiento entre lo que nos hace ser y sentir humanos, entre la comunicación de productores y consumidores, entre lo que luchamos por obtener y el precio que se tiene que pagar. Se rompen cadenas de información, de producción, de empleo y por tanto, de crecimiento económico.

La idea de que las personas tenemos el derecho de trabajar, consumir y hacer lo que nos plazca le da terror a este grupo de políticos que se sienten iluminados a mostrarnos cómo ellos lograrán darnos alimentos y seguridad a todos. Como si fuéramos ganado humano.