No estuvo tan reñida la elección
Ya sabemos que Joe Biden será el próximo presidente de Estados Unidos. Sin estar contabilizados el 100% de los votos, ya nos queda claro que Joe Biden ganará con una diferencia de más de 6 millones de votos; que el resultado del Colegio Electoral será de 290 a 232 a favor del candidato demócrata y que la forma en que se contaron los votos es la que creó la falsa narrativa de que fue una elección muy pareja. No lo fue.
El electorado estadounidense votó decididamente por deshacerse del presidente Donald Trump. Es cierto que este aumentó su base y que seguirá controlando por un previsible tiempo el partido republicano, pero los casi 77 millones de votos en su contra son una dura derrota para el actual presidente.
La mayoría de las encuestas daban a Biden favorito por un amplio margen, de alrededor de 8 puntos porcentuales. El resultado final fue de 4 a 5 puntos porcentuales, dentro del margen de error.
Dentro de lo más destacado está:
-Biden logró recuperar el 'muro azul' formado por Wisconsin, Michigan y Pennsylvania.
-Biden logró ganar el estado de Arizona, que había votado republicano en 16 de las últimas 17 elecciones presidenciales. Bill Clinton fue el último demócrata en ganar ese estado.
-Biden también logró ganar Georgia, que es un estado tradicionalmente republicano.
-También queda claro que los medios de comunicación y partidos políticos siguen sin entender lo complejo que es el voto hispano. Nos quieren encasillar en clásicos estereotipos que no reflejan lo diversos que somos.
-Mientras en Florida, el voto de los latinos cubano-americano y sudamericanos le dio el triunfo a Trump por una enorme campaña por presentar a Biden como un socialista; los mexicano-americanos que residimos en Arizona, le dimos un triunfo histórico a Biden como un repudio a las políticas discriminatorias del ex-sheriff y amigo de Trump, Arpaio, quien recibió un perdón presidencial.
Hay aún mucho que analizar y discutir sobre los resultados de esta elección. Y falta por finalizar el proceso de transición de poder.