Alfonso
Sobre el feminicidio en México
En recientes semanas se ha generado especial atención al tema del feminicidio en México. No es un tema que haya surgido ahora pero sí se desbordó en la atención pública por la brutal forma en que Ingrid Escamilla fue asesinada por su esposo, entre otros casos.
El feminicidio es un crimen de odio, entendido como el asesinato de una mujer por el hecho de ser mujer. Se define un acto de máxima gravedad, en un contexto de discriminación y violencia de género, que suele ser acompañado por un conjunto de acciones de violencia, torturas, mutilaciones, quemaduras, ensañamiento y violencia sexual, contra las mujeres y niñas víctimas de este.

Las palabras son importantes. Se trata de una forma de violencia sistémica que tiene raíces tanto sociales, económicas, políticas y culturales; y que ocurre porque el estado mexicano ha fallado en garantizar los derechos de la mujer y en castigar a los culpables.
Según cifras oficiales, cada día mueren diez mujeres que son víctimas de este tipo de violencia. Solamente 1.6% de los crímenes terminan en una sentencia. Lo cierto es que el dato es similar a cualquier otro tipo de delito. En México, 98% de los crímenes quedan impunes. La impunidad es la norma, la justicia es la excepción.
El femicidio ocurre en un contexto socio-cultural que se caracteriza por un patriarcado, un fuerte dominio y subordinación en el que la mujer se convierte en un objeto.
Erradicar el femicidio no es una batalla que se gane con el discurso de un político o simplemente "creando conciencia". Se requieren reforzar todas las instituciones de justicia que permitan que el estado de derecho exista. El día que se castiguen 98% no 2% de los crímenes, estaremos en mejor posición de eliminar los sesgos culturales y sociales. Todos somos esposos, novios, padres, hermanos, tíos, amigos de mujeres y niñas a las que amamos y no queremos que algo llegue a pasarles.