Alfonso
Wilson
Si algo me fascina de la película de el Náufrago, protagonizada por Tom Hanks es que en ningún momento supone él que la vida la tiene asegurada. Él sabe que si no actúa y aplica sus habilidades, no sobrevivirá.
En ningún momento adoptó una actitud de "la naturaleza me debe". Él solo logró salir vivo de esa isla. Lo que sucede en una sociedad colectivizada es que hay hombres y mujeres que esperan que haya un náufrago que produzca por los demás a cambio de nada. Se da cuerda a una ilusión socialista.
De haber más sobrevivientes en esa isla, en una organización capitalista, Tom Hanks habría intercambiado sus habilidades para por ejemplo construir una barca a cambio de alimentos o alguna otra actividad. El intercambio habría producido beneficios para todas las partes. En una sociedad capitalista, todo mundo tiene algo qué ofrecer y recibir.
Hasta Wilson tiene más qué ofrecer que quienes esperan que la vida les sea resuelta.
